Tres empresas esperan luz verde de regulador de litio para extraer el mineral
La estatal Codelco, Minera Salar Blanco -ligada al empresario Martín Borda- y SLM NX UNO, del que forma parte Francisco Javier Errázuriz Ovalle; son las tres empresas que por estos días están a la espera de que la Comisión Nacional de Energía Nuclear (Cchen) conceda una cuota de extracción para poder ingresar al cotizado mercado del litio.
No obstante, están lejos de ser los únicos en tomar contacto con el organismo. Una serie de empresas se ha acercado a la Cchen para ver la posibilidad de asociarse, y de esta manera viabilizar sus proyecto. Esto, considerando que el litio tiene carácter de no concesible, y la forma más eficaz de extraerlo es en asociación con el Estado.
Así comentó el director ejecutivo de la Cchen, Patricio Aguilera, quién indicó que a la fecha sólo se ha llegado a la exploración de la alternativa a través de acuerdos de confidencialidad, pero ya habría “varias” empresas interesadas en este tipo de asociación.
En tanto, para aquellos casos en que se está solicitando cuota de extracción, la decisión dependerá de si los solicitantes son organismos del Estado. En el caso de los privados, variarán dependiendo en qué año fueron constituidas las pertenencias, anterior o posterior al Código Minero; y de todos modos serán revisadas por el consejo.
Según Aguilera, los tiempos de tramitación son de “máximo seis meses, depende de la complejidad del proyecto y de la información que tenga”. Esto significa que dentro de poco se debería dar respuesta a los solicitantes, ya que en el caso Minera Salar Blanco ingresó su petición el primer semestre, mientras que en el caso de la estatal Codelco -que está solicitando permiso de extracción para aprovechar sus pertenencias en el Salar de Pedernales-, ya obtuvo los permisos para extraer en el Salar de Maricunga. La empresa ligada a Errázuriz Ovalle ingresó en agosto de este año su petición.
En el caso de que el consejo de la entidad aprobara la extracción, el organismo está incluyendo en los contratos cláusulas que permiten a las mineras elevar su producción de litio, manteniendo los volúmenes de extracción. Esta fórmula debutó con Albemarle, que con una mayor eficiencia podría producir más litio con la mismo cuota de extracción.